Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Carta a Alessandro D'Avenia

"Con frecuencia, preferimos el envoltorio de la vida a la vida misma."

Querido Alessandro,

mi adolescencia queda lejos, pero la de mis hijas esta llamando ya a la puerta. Un amigo recomendó tu libro y yo que sufro de arrebatamiento por la lectura no dudé en lanzarme a tu libro. 

Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida que no dejamos de aprender cada día. No sólo fragilidad física sino de muchas otras cosas. Fragilidad.

Me encanta el amor con el que hablas sobre la adolescencia. Esa etapa tan complicada, complicada cuando te toca vivirla y cuando te toca acompañar la adolescencia de otros. Yo siento que detrás de la puerta del cuarto, todavía infantil, de mis hijas cualquier día salga un ser extraño un tanto monstruoso. Menos mal que tu, acompañado de tu querido Giacomo Leopardi, le pones palabras más amables a esta época. Amables pero firmes. 

  "Esta generación de adolescentes es más precoz que las anteriores, (…), tiene también un punto débil: cuenta con menos criterios para decodificar los mensajes, no sabe desde dónde apresar el mundo, viste la realidad del revés, como si fuera una camiseta en la que no se distingue la parte de atrás de la de delante, la de dentro de la de fuera. (…) Les hemos dado todo aquello que se precisa para disfrutar de la vida, pero no les hemos dado una razón por la que vivirla. Hemos confundido la felicidad con el bienestar; los sueños, con el consumo.

El resultado es una generación que, con frecuencia, está perdida en un desierto de aburrimiento, en busca de un oasis de sentido, enjaulada dentro de una trampa de espejismos emocionales que necesita para resarcir una profunda soledad, no la soledad fecunda del poeta, que se aleja del mundo para reencontrarlo luego más enamorado y enriquecido, sino la de quien se siente abandonado por todo."

 

Arrebatada por tu escritura me he acercado a otro libro tuyo, "Lo que el infierno no es". Y me he encontrado en sus páginas con personas invencibles aunque frágiles, pero con un destino en el mundo, con una vocación clara y firmes certezas. He conocido gracias a ti a la figura del padre Giuseppe Puglisi. Y descubro que fuiste alumno suyo. Esta claro que tu mismo has experimentado tener un testigo y no un maestro que te pegue la pasión por la vida. 

En tus libros hablas de buscar el sentido de la vida, de amar la belleza del mundo, de amor y de amistad. 

 "Solo el amor nos permite afrontar el horror de la fragilidad de nuestro ser, un amor que no debería disminuir a pesar de nuestras insuficiencias, capaz de hacernos aceptar y de hacer florecer nuestro destino (...)."

 Tus libros se han quedado en mi cabeza. 

Te he escrito esta carta como tu escribes a Giacomo, agradeciendo su amor por la vida.




 

Comentarios

  1. Jo, qué entrada más chula. No conocía al autor, ni tampoco los libros suyos que mencionas. Me dejas intrigada, veo que te han transmitido mucho. Complejos los temas que tratan, y profundos.
    Un abrazo.

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  2. Que bonita y que sensibilidad hay que tener para escribirla (esa que tú tienes con todo)!

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  3. Ese anónimo soy Susana jejeje

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  4. Hola, siento ser repetitiva pero me ha encantado tu reseña-carta, original y que deja claro que has disfrutado estos libros.

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  5. Leí hace ya unos cuantos años Blanca como la nieve, roja como la sangre. Me dejó buen sabor de boca. Creo que el autor tiene una sensibilidad especial para conectar con los adolescentes y trasladarnos su mundo a los adultos. Ese título de El arte de la fragilidad es precioso y tu entrada, con esa carta tan personal dirigida a Alessandro D'Avenia, también lo es.
    Un abrazo

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  6. Buenas tardes, Esther.
    Me ha encantado tu "conversación" con el autor de El arte de la fragilidad y, aunque no soy lectora asidua de este género literario, has conseguido despertar con ella mi curiosidad.

    Un abrazo y enhorabuena por tu original reseña!!

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  7. Hola.
    Aunque mis hijos ya no son adolescentes me acabas de crear una necesidad. Sé que sus letras me van a encantar.
    Buscaré al autor y lo leeré, sin duda.
    Muy feliz día.

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  8. Como ya te han referido, una hermosa manera de hacernos llegar tus impresiones del libro.
    En la adolescencia todos llevan su volcán particular.
    Abrazo

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  9. Feliz de pasarme por aquí y encontrar lo que es una novedad para mi😊
    Muchas gracias por la reseña, saludosbuhos!!!

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  10. La adolescencia tiene sus claros y sombras, leer algo tan provechoso es un lujo para orientarnos en ese mar proceloso.
    Un abrazo.

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