Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Pequeño país, Gaël Faye



Pequeño país. Gaël Faye.

"La infancia me ha dejado marcas con las que no sé qué hacer. En los días buenos me digo que es de ellas de donde nacen mi fuerza y mi sensibilidad. Cuando he llegado al fondo de la botella, veo en ellos la causa de mi inadaptación al mundo."

Gaël Faye es de Burundi, huyendo de la guerra y el genocidio vive en Francia. Es músico. Y también escritor. Pequeño país es el primer libro que escribe. Un libro necesario para nuestro mundo que cierra puertas, que levanta muros y fronteras. 

"Observo sus embarcaciones improvisadas llegando a suelo europeo. Los niños que descienden de ellas están ateridos de frío, hambrientos, deshidratados. Se juegan la vida sobre el tapete de la locura del mundo."

Su madre ruandesa, su padre francés. Durante años vivió atormentado por lo vivido.

"El genocidio es una marea negra; quienes no se ahogan van cubiertos de petróleo durante toda la vida."

 La música fue su bálsamo. Pequeño país es un libro autobiográfico. Cuenta su historia. Su infancia.

"Cuando se abandona un lugar, se dedica un tiempo a decirle adiós a la gente, a las cosas, a los sitios que uno ama. Pero yo no abandoné el país, huí de él. Dejé la puerta abierta de par en par detrás de mí y partí sin mirar atrás."

Cuando veamos inmigrantes en nuestras calles, en las televisiones, pensemos en Gaël. No vienen porque quieren.

 



Comentarios

  1. Una novela que me impresionó, muy recomendable, desde luego.
    Un abrazo.

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  2. He leído varias opiniones positivas sobre este libro a la que ahora sumo la tuya. Parece una de esas lecturas necesarias. A ver si me animo.
    Besos

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