Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Desde California a Nueva a York


 En mi vuelta al mundo he llegado a Estados Unidos. Siguiendo el reto de Lecturas de Undine, hay dos paradas: San Francisco y Nueva York. Bret Harte me ha acompañado en la primera y en la segunda he estado con Melville. 

Los relatos de Bret Harte me han llevado a muchos sitios pero sobre todo a esos primeros habitantes de las tierras de California, esos pueblos con leyes donde te echaban del lugar y te ibas con los forasteros que te encontrabas por los caminos. Es famoso por sus relatos del oeste pero también nos cuenta leyendas más antiguas como la del monte del diablo. 

De California me fui a Nueva York, lugar de nacimiento de Hermann Melville. Con su libro más famoso no me he atrevido y me he leído otros más breves. El que más me ha gustado ha sido Bartleby, el escribiente. ¡Cómo me gustaría ser capaz de decir en más de una ocasión "preferiría no hacerlo"! Decirlo y hacerlo.

Benito Centeno también nos cuenta una historia sorprendente. Yo creo que nunca había leído tantas historias de marinos y barcos como este año. Con La guardia que leí este verano, y ahora Benito Centeno, y el último libro que es Billy Bud, el marinero. Este último me ha costado un poco más. He leído que esta considerada una obra maestra pero a mi me ha costado seguir la trama, y eso es que es breve, y tampoco me he sentido unida para nada al protagonista, Billy Bud. 

Con estos dos autores me despido de Estados Unidos y pongo rumbo a Irlanda, donde probablemente también una las dos paradas, porque voy un poco tarde y quiero acabar en Londres a tiempo con la Navidad. 

 
Me encantaría tener esta taza.  
Preferiría no hacerlo. 

 

Comentarios

  1. Me encanta este recorrido viajero a través de los libros que estás haciendo ❤

    ResponderEliminar
  2. Buenas tardes, Esther:
    Me alegra que hayas disfrutado de tus visitas norteamericanas. A mí me gustó mucho conocer a Bret Harte, y su leyenda del Monte del diablo me emocionó. Estoy deseando saber qué libros leerás en tus etapas irlandesas.
    Un besazo y gracias por tu viaje literario!!

    ResponderEliminar
  3. Hola.
    Pues no ha estado nada mal.
    Te diré que a mí me gusta bastante más Batrebly que la más famosa (imagino qu ete refieres a Mobiy Dick).
    A ver qué tal por Irlanda.
    Muy feliz día.

    ResponderEliminar
  4. Hola, Esther.
    Pues sí que andas bastante marinera, jaja.
    De los que mencionas tengo muchísimas ganas de leer Bartleby, no sé cómo no me he animado ya. Desde que leí al autor con su Moby Dick, ando ahí con la idea de leerlo. También me parece muy atrayente ese poder decir: «preferiría no hacerlo»; atrayente y necesario en muchas ocasiones en las que mantenemos silencio.
    En fin, encantada de seguir leyendo sobre tu viaje literario y tus diferentes paradas.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario