Aleluyas de Santa Teresa, Gloria Fuertes

donde el Tormes sus pies besa.
Castillas fue más Castilla
cuando nació esta chiquilla.
Y nunca en ningún verano
hubo espiga de tal grano.
Juega con sus hermanitos
a concursos de altarcitos.
“Tu y yo debemos huir
y a los moros convertir”.
Era traviesa e inquieta
la que luego fue poeta.
Y se da cuenta la gente
que tiene luz en la frente.
A Dios le pide un cosa:
que quiere ser religiosa.
La más humilde y sencilla,
religiosa de Castilla.
Y la humilde servidora
se convierte en escritora.
Lo que recitan sus labios
causa asombro a los más sabios.
Sabe escribir y pensar
(y también sabe guisar).
Y afirmaba con salero:
“Dios está entre los pucheros”.
En celdas iluminadas
escribía “Las Moradas”.
Luego Teresa cantora
se convierte en Fundadora.
Todo el mundo quiere verla
y conocerla es quererla.
Llena de gozo y contento,
va y viene y funda conventos.
(Esta gran Santa poeta,
hoy iría en bicicleta).
De tanto amarle se hiere
y habla con Dios cuando quiere.
Monja que vale por dos,
cuando quiere habla con Dios.
Y aquella niña traviesa
se llama Santa Teresa.
La sencillez de sus versos los hace muy cercanos.
ResponderEliminarUn abrazo
Irrepetible poeta
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