Carta a Alessandro D'Avenia
mi adolescencia queda lejos, pero la de mis hijas esta llamando ya a la puerta. Un amigo recomendó tu libro y yo que sufro de arrebatamiento por la lectura no dudé en lanzarme a tu libro.
Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida que no dejamos de aprender cada día. No sólo fragilidad física sino de muchas otras cosas. Fragilidad.
Me encanta el amor con el que hablas sobre la adolescencia. Esa etapa tan complicada, complicada cuando te toca vivirla y cuando te toca acompañar la adolescencia de otros. Yo siento que detrás de la puerta del cuarto, todavía infantil, de mis hijas cualquier día salga un ser extraño un tanto monstruoso. Menos mal que tu, acompañado de tu querido Giacomo Leopardi, le pones palabras más amables a esta época. Amables pero firmes.
El resultado es una generación que, con frecuencia, está perdida en un desierto de aburrimiento, en busca de un oasis de sentido, enjaulada dentro de una trampa de espejismos emocionales que necesita para resarcir una profunda soledad, no la soledad fecunda del poeta, que se aleja del mundo para reencontrarlo luego más enamorado y enriquecido, sino la de quien se siente abandonado por todo."
Arrebatada por tu escritura me he acercado a otro libro tuyo, "Lo que el infierno no es". Y me he encontrado en sus páginas con personas invencibles aunque frágiles, pero con un destino en el mundo, con una vocación clara y firmes certezas. He conocido gracias a ti a la figura del padre Giuseppe Puglisi. Y descubro que fuiste alumno suyo. Esta claro que tu mismo has experimentado tener un testigo y no un maestro que te pegue la pasión por la vida.
En tus libros hablas de buscar el sentido de la vida, de amar la belleza del mundo, de amor y de amistad.
Tus libros se han quedado en mi cabeza.
Te he escrito esta carta como tu escribes a Giacomo, agradeciendo su amor por la vida.
Qué bonito
ResponderEliminarJo, qué entrada más chula. No conocía al autor, ni tampoco los libros suyos que mencionas. Me dejas intrigada, veo que te han transmitido mucho. Complejos los temas que tratan, y profundos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que bonita y que sensibilidad hay que tener para escribirla (esa que tú tienes con todo)!
ResponderEliminarEse anónimo soy Susana jejeje
ResponderEliminarHola, siento ser repetitiva pero me ha encantado tu reseña-carta, original y que deja claro que has disfrutado estos libros.
ResponderEliminarLeí hace ya unos cuantos años Blanca como la nieve, roja como la sangre. Me dejó buen sabor de boca. Creo que el autor tiene una sensibilidad especial para conectar con los adolescentes y trasladarnos su mundo a los adultos. Ese título de El arte de la fragilidad es precioso y tu entrada, con esa carta tan personal dirigida a Alessandro D'Avenia, también lo es.
ResponderEliminarUn abrazo
Buenas tardes, Esther.
ResponderEliminarMe ha encantado tu "conversación" con el autor de El arte de la fragilidad y, aunque no soy lectora asidua de este género literario, has conseguido despertar con ella mi curiosidad.
Un abrazo y enhorabuena por tu original reseña!!
Hola.
ResponderEliminarAunque mis hijos ya no son adolescentes me acabas de crear una necesidad. Sé que sus letras me van a encantar.
Buscaré al autor y lo leeré, sin duda.
Muy feliz día.
Como ya te han referido, una hermosa manera de hacernos llegar tus impresiones del libro.
ResponderEliminarEn la adolescencia todos llevan su volcán particular.
Abrazo
Feliz de pasarme por aquí y encontrar lo que es una novedad para mi😊
ResponderEliminarMuchas gracias por la reseña, saludosbuhos!!!
La adolescencia tiene sus claros y sombras, leer algo tan provechoso es un lujo para orientarnos en ese mar proceloso.
ResponderEliminarUn abrazo.