Marcovaldo, Italo Calvino
De vez en cuando hay que leer a Calvino, de vez en cuando hay que ver la realidad con otros ojos, con ojos llenos de imaginación.
Marcolvaldo y su familia viven en una ciudad deseando vivir en el campo, anhelando permanentemente estar en la naturaleza. Uno de los hijos un día persigue a unas vacas porque se cree que las vacas son libres. Y descubre que las vacas son libres pero los que cuidan a las vacas no.
Marcovaldo, ese ser que es capaz de irse del médico llevándose a un conejo escondido.
Esa familia que se van al supermercado y llenan los carros sólo para sentirse como los demás.
Esos niños que desde su ventana apedrean un anuncio luminoso porque no les deja ver a las estrellas.
Marcovaldo igual vive cerca de nosotros. Ingenuo, sensible, trabajador, preocupado por su familia, y sobre todo viendo la esperanza en cualquier resquicio del día.
Marcolvaldo y su familia viven en una ciudad deseando vivir en el campo, anhelando permanentemente estar en la naturaleza. Uno de los hijos un día persigue a unas vacas porque se cree que las vacas son libres. Y descubre que las vacas son libres pero los que cuidan a las vacas no.
Marcovaldo, ese ser que es capaz de irse del médico llevándose a un conejo escondido.
Esa familia que se van al supermercado y llenan los carros sólo para sentirse como los demás.
Esos niños que desde su ventana apedrean un anuncio luminoso porque no les deja ver a las estrellas.
Marcovaldo igual vive cerca de nosotros. Ingenuo, sensible, trabajador, preocupado por su familia, y sobre todo viendo la esperanza en cualquier resquicio del día.
Que bonita reseña. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarGracias Sara, un beso
EliminarHola Esther, me llamó la atención tu reseña. Apuntado, ya que como indicas al principicio, de vez en cuando viene bien ver la realidad con otro ojos... Un abrazo.
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