Paseos con mi madre, Javier Pérez Andújar.

Este autor ha sido mi último descubrimiento del año. Paseos con mi madre, no es una novela, es más un ensayo, en el que el autor nos va hablando desu vida cotidiana, de Barcelona y sus alrededores, de una época en la todo estaba por construir, desde las primeras elecciones hasta los primeros centros comerciales.

"Nace en los autobuses una amistad cotidiana, de vivir a la misma hora, de vivir en la misma dirección." Es verdad, yo tengo amistades que he conocido en el autobus, señoras que son vecinas de mi misma calle y que por coincidir siempre en el bus ahora compartimos más que un hola en la calle. En muchos de sus fragmentos nos podemos ver reflejados todos, aunque no vivamos en esas zonas cercanas a Barcelona, y vivamos en ciudades más pequeñas. Pero lo que cuenta de lo que paso cuando llego el Pryca a San Adrián lo hemos vivido todos, con el Pryca, con el Corte Inglés y con tantos otros gigantes.

"El Pryca simbolizará una democracia en la que todo queda reducido a un poder invisible y a una masa de consumidores, y donde las urnas han sido reemplazadas por cajas registradoras, y cada moneda, cada billete, es un voto que elige el producto ganador del día."

"La dictadura era la cara visible de aquellas negativas condiciones de vida (entonces se decía explotación). Estaban identificando los obreros explotación laboral y dictadura, challe de charcos y franquismo. Pero hoy, ¿qué general, qué dictadura hay para encarnar al capitalismo actual, los bajos salarios actuales, los contratos según el capricho de las empresas, al empresario que le exige al obrero accidentado que eso le ha pasado fuera del trabajo? Ahora nada es tangible, escribo esto en una pantalla de luz que al final apago, nada se tiene en la mano."

Pérez Andújar se da un paseo por la calles que le vieron crecer,  con una gran sensibilidad hacia lugares y bloques de edificios donde se sufrió mucho, contado con sencillez y hasta con humor. Pero no se queda en el pasado, nos trae al presente una y otra vez, y compara la pobreza de entonces con la pobreza de los inmigrantes que han pasado a ocupar esos bloques, que si ya no se les podía casi llamar viviendas ahora con el paso de los años menos.

"Ese metro, que todavía no ha llegado al barrio, es el que va a recorrer las afueras de Barcelona, y el que ahora se ha transformado en un transporte oculto de la pobreza. Hoy los metros que se adentran en la periferia únicamente los cogen quienes no pueden viajar de otra manera. Los días de trabajo (de madrugada o por la tarde a la vuelta), sólo se ve en el metro el remolino de gente cansada que ha venido de otros países."

Este libro me ha recordado a Landero con su libro Balcón de invierno, me ha recordado a Sabina cantando Pongamos que hablo de Madrid, me ha recordado muchas cosas de la vida cotidiana; este es un libro magnífico con el que he descubierto a este autor. 


Comentarios

  1. La cotidianidad contada con sensibilidad, me gusta.
    Un abrazo

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  2. Un libro que espero que pase por mis manos. Me gusta el título, me gusta la historia, me gusta que se cuente una época reciente, ya tan lejana. Un abrazo.

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