Goncharov y la eterna pregunta

  "¡La sociedad, la gente! ¡Tú, Andréi, me has hecho volver a ella para que la aborreciese todavía más, para quitarme todo deseo de frecuentarla! ¡Vaya una vida! ¿Qué puedo encontrar allí? ¿Algo que interese a mi corazón, a mi cabeza? Date cuenta, no existe nada en el fondo de todo eso, no existe; nada hay alli de profundo, nada que te llegue al alma. Todos esos miembros de la sociedad están muertos, son hombres más dormidos que yo. ¿Qué los mueve en la vida? En vez de estar tumbados como yo, por ejemplo, van y vienen durante todo el día como moscas hacia delante y hacia atrás, pero ¿para qué? Entras en un salón y no te cansas de admirar la simetría con que están distribuidos los invitados, la profunda y apacible expresión de sus rostros cuando... juegan  a las cartas. ¡No puede negarse que se trata de una digna tarea vital! ¡Magnífico ejemplo para una inteligencia que quiere desarrollarse! ¿Acaso no duermen sentados durante toda su vida? ¿Es que soy yo más culpable que ellos permaneciendo acostado en mi casa en vez de amenazarles con tríos y escaleras?".

 

Hoy os traigo a un gran olvidado de la literatura rusa, Goncharov. Los que me seguís hace un tiempo ya sabéis que me gusta mucho la literatura rusa y cada año intento leer a un autor. Con este lo he tenido un poco difícil, no hay mucho publicado y tampoco se encuentra con facilidad en la biblioteca. Considerado por muchos como un escritor de segunda fila.  Yo he deciros que me he reído con sus libros. Las conversaciones de tío y sobrino de Una historia corriente, la familia obsesionada con el campo y las excursiones de El mal del ímpetu, Zajar el criado de Oblómov.

Goncharov quería con sus libros criticar la vida pasiva de los grandes terratenientes, en ellas nos muestra las costumbres de la sociedad rusa. Su obra más conocida es Oblómov, y la forma de vida de su personaje ha dado lugar al término oblomovismo. Oblómov se pasaba el día en la cama, el aburrimiento era su estado habitual, el cambio de rutinas le suponía un esfuerzo considerable. Oblómov no encontraba sentido a vivir de otra forma, esas fiestas, esas comidas en las grandes casas le resultaban incomodísimas, para él eso tampoco tenía ningún sentido. Su última obra El declive, o también traducido como El precipicio se la considera un resumen de su concepción política y social. No hay ninguna edición actual sobre este libro. Yo lo encontré de segunda mano en una edición antigua.

Pienso en Oblómov, y me viene a la cabeza la manida frase "no me da la vida", y yo me pregunto no nos da la vida para qué. La conclusión es la de siempre: el sentido de la vida. Estas vidas tan ajetreadas que tenemos a dónde nos llevan. La eterna pregunta del ser humano. 

Unos años antes de su muerte, Goncharov perdió completamente la vista de un ojo, se peleó con Turguéniev al que acusó de plagio. Murió amargado, pero su obra Oblomov ha pasado a la historia de la literatura universal.


Comentarios

  1. Apunté este libro hace unos meses tras ver una reseña en el blog Leer clásicos que me encantó. Había oído mencionar el libro, pero no tenía más referencias hasta que leí esa entrada. Ya entonces lo apunté. Con este recordatorio, espero que ya le toque.
    Un beso.

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    1. Garcias a ti he descubierto el blog de Leer clásicos, no lo conocía. Si lees a Goncharov ya me diras qué te parece. Un abrazo

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  2. Hola.
    Me pasa como a Rosa, lo tengo a la espera. Durante mucho tiempo yo también me "obligaba" a leer, mínimo, un libro de un autor ruso al año. Ahora puedo pasar un año sin leerlo y luego en otro año leo 4 o 5, soy así, jejeje. En nuestra casa hay muchos, muchos libros rusos, ahora que lo pienso.
    Mil gracias por la reseña, tan completa e interesante.
    Muy feliz finde y prometo leerlo.

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    1. A ti que te gustan los paseos te recomiendo El mal del ímpetu. Te va a gustar. Un beso

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  3. ¡Qué interesante tu entrada de hoy! No he leído a este autor, pero me pica la curiosidad. Especialmente por su acusación de plagio. ¿Se sabe qué obra es la que pone en tela de juicio?
    Un abrazo y enhorabuena por tu interesante reseña!!

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    1. Hola Undine, pues al parecer puso muchas en tela de juicio, en todas debía de ver párrafos y similitudes con sus obras. Una pena, porque de ser amigos pasaron a ser enemigos. Ya te diré si encuentro esos parecidos, porque el siguiente autor que voy a leer va a ser Turgueniev. Si quieres leer a Goncharov te recomiendo cualquiera de estas obras pero sobre todo El mal del impetu, por su brevedad y porque yo al menos me reí. Un abrazo

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  4. No he leído aún a Goncharov pero me gustaría hacerlo en algún momento, me atrae esas reflexiones aunque a la vez me transmiten bastante desasosiego, no sé, pesimismo. Hay veces que darle vueltas a esos asuntos nos lleva a la inacción porque no siempre es fácil encontrarle el sentido a todo lo que hacemos... al menos, un sentido profundo. Y luego en contraposición está lo que señalas tú, los "no me da la vida" jejeje el hacer por hacer, sin analisis y sin ningún tipo de reflexión en cuanto a la importancia que tiene hacerlo, llevando un ritmo frenético en el día a día... y esto tiene el mismo poco sentido que amargarse por reflexionar tanto sobre el tema llegando a no encontrarle sentido a nada. Ahora me leo yo y creo que he creado un lío yo sola aquí reflexionando con lo que nos compartes jajajaja En fin, que suena interesante este autor aunque no sé que me hará sentir al leerlo, ya se verá. Un abrazo.

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    1. Igual lo lees y no te lleva a esas reflexiones. Animate con uno cortito como El mal del ímpetu, yo creo que te gustará. Un abrazo

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