Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Un viaje, tres libros.

Estados Unidos, un país inmenso, dividido en distintos estados, cada uno con sus características, su historia. Por Estados Unidos he viajado estas últimas semanas de la mano de una familia. Nadie duda de que los viajes nos dejan huella, sea la que sea, pero nos dejan un poso seguro. Este viaje que realiza esta familia, les ha dejado una huella que han convertido en tres libros. 

Comencé con Desierto Sonoro. Hice las maletas con la familia de Valeria y me recorrí con ellos parte de Estados Unidos. La lectura hoy puede ser tan enriquecida con la tecnología, que les he acompañado gracias a google maps, he escuchado la música que ponían en su coche, gracias a las playlist que otros lectores anteriores han compartido... He sentido que realmente viajaba con ellos. 

Su viaje comienza en Nueva York. A cada uno le mueve un objetivo. A la madre le mueven las historias de los niños inmigrantes, todos esos niños que cruzan solos la frontera entre México y Estados Unidos. Al padre le mueve la historia de los apaches. A los niños, les mueven sus padres, y en sus cabezas tienen que montar el puzle con lo que oyen, los niños perdidos, Gerónimo, por qué hay niños que viajan solos, por qué ya no hay apaches. 

"Todo este país, dijo papá, es un enorme cementerio, pero sólo a algunas personas les tocan tumbas como Dios manda, porque la mayoría de las vidas no importan. La mayoría de las vidas son borradas, se pierden en el torbellino de basura que llamamos historia, dijo."

Valeria Luiselli nos relató este viaje en Desierto Sonoro. Pero luego también nos escribió un librito breve, Los niños perdidos (Un ensayo en 40 preguntas). Valeria trabajó como intérprete en la corte federal en Nueva York, allí conoció muchos muchos casos de niños que habían viajado solos, ella era la traductora. 40 preguntas que les hacen a los niños para saber si se quedan en Estados Unidos, o hay que deportarlos.

"«¿Quiénes eran las personas con quienes vivías?». Me imagino que en la mente de muchos de los niños que emigran, el mundo es un lugar en donde no se vive en realidad con nadie. ¿Con quiénes vives realmente cuando tu comunidad inmediata está deshecha por la violencia sistemática, por la corrupción a todos los niveles, por la negligencia de los políticos y la impotencia de los ciudadanos y, sobre todo, por el miedo y la desconfianza hacia las personas con quienes «vivimos»? Las respuestas de los niños varían, pero al final siempre dan cuenta de un mismo hecho: vivimos en un continente en donde está desapareciendo, o quizá desapareció ya, la noción de la comunidad."

40 preguntas que tienen respuestas que duele leer, que avergüenza que se hagan a niños que buscan ayuda. No me puedo imaginar a mis hijas en esa situación. Solas cruzando el desierto, con el teléfono del familiar al que pedir ayuda, bordado en sus vestidos. Subidas a la bestia. Ese tren que cruza la frontera y que recibe su nombre por los muertos y los heridos que deja a su paso. Valeria nos nombra a Las patronas, como dicen los niños de su libro, unas señoras con faldas largas que lanzan comida a los que van subidos al tren. 



Las historias de los niños perdidos no esta alejada de la desaparición de los apaches. Álvaro Enrigue, el esposo de Valeria, de ese viaje escribió Ahora me rindo y eso es todo. 

"La idea es escribir un libro sobre un país borrado. Un país que funcionó tan bien y mal como funcionan todos los países y que desapareció frente a nuestros ojos como desaparecieron los casetes (...)"

Nunca se me había pasado por la cabeza leer sobre los apaches, pero su historia me ha emocionado. Gerónimo, el último apache chiricahua tuvo dignidad y no se dejo comprar ni por los Estados Unidos ni por México. 

"Cuando los chiricahuas (...) no tuvieron más remedio que integrarse a México o a los Estados Unidos, optaron por una tercera vía, absolutamente inesperada: la extinción. Primero muerto que hacer eso, fanfarroneamos todo el tiempo, pero luego vamos y lo hacemos."

Tanto la historia de los apaches como la de tantos niños perdidos, merecen ser leídas y escuchadas.

"Escucharlas, una y otra vez. Escribirlas, una y otra vez. Para que no sean olvidadas, para que queden en los anales de nuestra historia compartida y en lo hondo de nuestra conciencia, y regresen, siempre, a perseguirnos en las noches, a llenarnos de espanto y de vergüenza. Porque no hay modo de estar al tanto de lo que ocurre en nuestra época, en nuestros países, y no hacer absolutamente nada al respecto. Porque no podemos permitir que se sigan normalizando el horror y la violencia."






Comentarios

  1. Buenas tardes, Esther:
    Menudo viaje comprometido que has hecho. Estoy segura que lo que te queda después de leer estos tres libros es muy ilustrativo y enriquecedor. Vaya , que te habrá hecho reflexionar un montón.

    Un abrazo y enhorabuena por tu reseña!!

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  2. Muy interesante, tenía "Desierto sonoro" en mi lista de pendientes desde hace tiempo pero no conocía el de "Los niños perdidos". Me pasa igual, solo imaginar a mis hijos en esa tesitura y me estremezco de terror. La historia de Gerónimo es el triunfo de la dignidad. Gran manera de viajar con libros.
    Un abrazo.

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  3. Buenos libros para leer ahora en Navidad y hacerla más encarnada. Tuve la suerte dde conocer a las patrona, menudo testimonio de vida... Gracias por las recomendaciones

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  4. Me encanta la literatura estadounidense y me encanta el país. Con sus luces y sus sombras, creo que es un lugar fascinante. He estado tres veces en distintas zonas y cada una me ha atrapado por distintos motivos. He estado en reservas indias, he visto sus casinos, sus tiendas y restaurantes para turistas (una de las sombras más oscuras del país, esta de los indios). Tomo nota de los libros que recomiendas. Creo que pueden constituir todo un viaje por Estados Unidos.
    Un beso.

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  5. Me gustó mucho Desierto Sonoro. Sabía de Los niños perdidos, también de Valeria Luiselli. Del que no sabía nada es de Ahora me rindo y eso es todo, pero tiene una pinta estupenda. Tomo buena nota.
    Un abrazo

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  6. Pues un viaje de lo más interesante, comprometido y enriquecedeor. Me apunto sobre todo el ensayo de "Los niños perdidos". me llama muchísimo la atención.

    ¡Besote!

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  7. Jolín, gran viaje el que te has hecho. Duro y triste, pero enriquecedor sin duda... Desierto Sonoro sí lo tenía en mente, los otros no. Interesantes todos. Un abrazo.

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  8. Hola.
    Pues un viaje maravilloso del que tomo muy buena nota.
    Muy feliz día.

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  9. Viajar a través de los libros, a través de sus historias y sus personajes es viajar, a veces, de forma más real que viajando a dicho país. Estos libros me parece que permiten esos viajes inolvidables.

    Un abrazo.

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  10. Lo que son las cosas, ayer topaba entre mis notas con la página web cristianismo y justicia. En ella vi los libros de su club de lectura y buscando uno de ellos en Alibrate, di con tu reseña que me hizo llegar a tu blog, y qué maravilloso hallazgo. Gracias por compartir.

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