"Estábamos allí para divertirnos, para abroncarnos, para no tomarnos en serio un mundo que nos desesperaba." Uno podría pensar que en un relato de un superviviente de un atentado, en el que además ha resultado gravemente herido, sólo va a leer experiencias muy duras, ira, rabia, impotencia, tristeza... pues no. En El colgajo leemos renacer, recomenzar. Leemos vida. Leemos la gratitud que siente ante su familia, amigos, equipo médico, policías que le han cuidado... Leemos vida. Muchas cosas me han emocionado de este libro. Una de ellas, su amor por la literatura. Esas esperas antes de entrar al quirófano en las que se bajaba un libro para que su cabeza estuviese ocupada en otras cosas. Esas curas, me imagino que llenas de dolor, acompañadas por música de Bach. Ya lo dijo Dostoievski, la belleza es la que salvará al mundo. Lançon repite en cada entrevista que toda su energía estuvo en recuperarse, física y mentalmente. No tuvo tiempo de pararse a odiar. El ataque a Charlie Heb
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Estados Unidos me atrae mucho más que Asia tanto literariamente como en cualquier otro aspecto. Estos cuentos de este autor japonés de nombre difícil y apellido imposible, resultan atractivos. Los tendré en cuenta.
ResponderEliminarUn beso.
Ni idea de este autor. Me llama la atención que los cuentos de este libro estén basados en relatos históricos japoneses. Creo que puede ser una buena opción para conocer mejor la cultura nipona.
ResponderEliminarBuen viaje a los Estados Unidos.
Besos
Vaya, qué curiosos los personajes esos que mencionas de los relatos, jaja. No conocía al autor nipón que nos traes... Ya contarás qué encuentras por Estados Unidos!!!!
ResponderEliminarGreat blog
ResponderEliminarPlease read my post
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