"Estábamos allí para divertirnos, para abroncarnos, para no tomarnos en serio un mundo que nos desesperaba." Uno podría pensar que en un relato de un superviviente de un atentado, en el que además ha resultado gravemente herido, sólo va a leer experiencias muy duras, ira, rabia, impotencia, tristeza... pues no. En El colgajo leemos renacer, recomenzar. Leemos vida. Leemos la gratitud que siente ante su familia, amigos, equipo médico, policías que le han cuidado... Leemos vida. Muchas cosas me han emocionado de este libro. Una de ellas, su amor por la literatura. Esas esperas antes de entrar al quirófano en las que se bajaba un libro para que su cabeza estuviese ocupada en otras cosas. Esas curas, me imagino que llenas de dolor, acompañadas por música de Bach. Ya lo dijo Dostoievski, la belleza es la que salvará al mundo. Lançon repite en cada entrevista que toda su energía estuvo en recuperarse, física y mentalmente. No tuvo tiempo de pararse a odiar. El ataque a Charlie Heb
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Y yo pensaba que conocía toda la obra, aunque fuera de oídas, de Cortázar. No conozco este libro pero entre la referencia que nos das y la admiración que siento por lo que conozco de él, seguro marchará a la estantería en cuanto pueda.
ResponderEliminarGracias.
Dolores, cuándo quieras hacemos una lectura de alguno de sus libros. Es uno de mis favoritos.
Eliminar¡Cuánta verdad!
ResponderEliminarAún no he leído a Cortázar, ¿te lo puedes creer?
Buen fin de semana,
Es uno de mis favoritos, así que cuando quieras hacemos una lectura de alguno de sus libros, no me va a importar releerlos.
EliminarSí me apunto, sí. Aunque conozco su obra de nombre, no la he leído toda. Los cuentos también se las traen. Las instrucciones para subir una escalera o dar cuerda un reloj, no tienen desperdicio.
Eliminar