A Rafael Narbona lo he conocido gracias a twitter, es de esas personas que pongo en la balanza de lo positivo para seguir en las redes.
Este libro que os traigo hoy es para leerlo con calma, para volver a leer, para acercarse a esas personas de las que nos habla y adentrarse más en sus vidas.
Peregrinos del absoluto es la recopilación de doce vidas de personajes que buscaron lo trascendente. Algunos creyentes, otros ateos que se convirtieron y otros que sólo buscaron, dudaron y sufrieron.
"El desencatamiento del mundo no ha logrado borrar el anhelo de trascendencia del ser humano." Rafael Narbona nos introduce así el libro. Y es verdad, hoy por hoy, seguimos buscando la trascendencia. "El místico palpa lo infinito en lo finito".
Son escritos sobre doce personas, cada una vivió la búsqueda de una manera totalmente distinta. De ellas destaco las que me han hecho conocer a personas que no conocía como a Etty Hillesum y Thomas Merton, y las que me han hecho profundizar algo más en otras que conocía pero poco, como Simone Weil, Miguel de Unamuno y Rilke.
Os recomiendo este libro, pero como es decía antes, para leerlo despacio, para dejarlo un tiempo y volver a él. Nosotros también somos peregrinos del absoluto.
Hola.
ResponderEliminarPues me lo apunto para el invierno, que es cuando leo cosas más densas y llenas de aprendizaje y mensajes.
Muy feliz domingo.
Pues tiene muy buena pinta. Leer intercalada entre otras cosas alguna de estas vidas puede resultar interesante. Me atrae mucho Unamuno. Tomo nota.
ResponderEliminarUn beso.
Buenas tardes, Esther:
ResponderEliminarYo con las redes sociales no me llevo muy bien, pero es cierto que a veces te topas con cosas buenas. Apunto al autor y su libro.
Un abrazo y felices lecturas!!
Es un tema eterno porque creo que es una búsqueda un tanto infructuosa pero a la vez fascinante.
ResponderEliminarEl libro tiene una pinta muy buena.
Un abrazo
¡Hola!
ResponderEliminarSiempre me parece interesante poder conocer a personajes que tienen cosas que enseñarnos, como parece suceder en este caso. Lo apunto y tomo nota de tu consejo de leerlo con calma.
Un beso.