"Con frecuencia, preferimos el envoltorio de la vida a la vida misma." Querido Alessandro, mi adolescencia queda lejos, pero la de mis hijas esta llamando ya a la puerta. Un amigo recomendó tu libro y yo que sufro de arrebatamiento por la lectura no dudé en lanzarme a tu libro. Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida que no dejamos de aprender cada día. No sólo fragilidad física sino de muchas otras cosas. Fragilidad. Me encanta el amor con el que hablas sobre la adolescencia. Esa etapa tan complicada, complicada cuando te toca vivirla y cuando te toca acompañar la adolescencia de otros. Yo siento que detrás de la puerta del cuarto, todavía infantil, de mis hijas cualquier día salga un ser extraño un tanto monstruoso. Menos mal que tu, acompañado de tu querido Giacomo Leopardi, le pones palabras más amables a esta época. Amables pero firmes. "Esta generación de adolescentes es más precoz que las anteriores, (…), tiene también un punto débil:
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Hola, Esther! Felicidades por la lectura realizada! Qué mundo apocalíptico el que nos pinta Yevgueni Ivánovich Zamiatin, de terror. Gracias por compartir el podcast también. Saludos cordiales
ResponderEliminarNo soy muy de distopías aunque las he leído muy buenas, pero escrita en 1920, en la URSS... parece toda una metáfora. Me la apunto.
ResponderEliminarUn beso.
Te digo un poco como Rosa: un ruso escribiendo una distopía en 1920 (y con todo lo que estaba aún por venir) sobre un mundo llamado Estado Único...., se me hace casi irresistible.
ResponderEliminarUn abrazo