Acabando el verano

 

 

 

 

Niño en su pupitre. Pintado con la boca por: Serge Maudet

 

 

"pero la vida, para que sea vida, se tiene que vivir poco a poco..."

 

Aunque parezca que el mundo se ha parado un poco con el virus, los días siguen pasando, y el verano ha dado paso ya al otoño. La naturaleza sigue su camino y nosotros también, a pesar de todo, la vida continua. Y menos mal.
Este mes, además de preparar la ansiada vuelta al cole, cambiar la ropa y trabajar, he leído varios libros, unos me han gustado más que otros, y esos son los que os traigo.

"Come comida real" de Carlos Ríos.  No os pongo foto del libro porque lo he leído en digital, gracias al servicio de libros digitales de la biblioteca. Sí, lo sabemos, comemos basura, pero no sólo si vamos a comer a cadenas de hamburguesería, que es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de comida basura. "El entorno actual ha sustituido la oferta de alimentos para tu salud por la de productos para el beneficio de otros". El tema de la alimentación es un tema al que tenemos que hacer frente, y no sólo por nuestra salud. Os invito a que leáis este artículo.

La biblioteca de Castilla y León organiza un club de lectura virtual en el que cada mes se lee un libro. Este mes ha sido Expiación de Ian McEwan. De este libro hay película. Yo ni había leído el libro ni he visto la peli, por eso me animé a leerlo. Buscaré algún otro libro del autor porque me ha gustado. La expiación de un gran error de la infancia. ¿Cómo expiaremos nuestros pecados?

 

El otro libro que me ha encantado ha sido La plaza del diamante de Mercè Rodoreda. La historia de una mujer en Barcelona los años antes de la guerra, con la II República, la Guerra Civil y los años de posguerra. La manera de cómo esta narrado, sólo nos habla la protagonista, con las palabras saliendo a trompicones pero de una manera maravillosa, hace de este libro una lectura rápida pero intensa.

 

"Y sentí intensamente el paso del tiempo. No el tiempo de las nubes y del sol y de la lluvia ni del paso de las estrellas adorno de la noche, no el tiempo de las primaveras dentro del tiempo de las primaveras, no el tiempo de los otoños dentro del tiempo de los otoños, no el que pone las hojas a las ramas o el que las arranca, no el que riza y desriza y colora a las flores, sino el tiempo dentro de mí, el tiempo que no se ve y nos va amasando. El que rueda y rueda dentro del corazón y le hace rodar con él y nos va cambiando por dentro y por fuera y poco a poco nos va haciendo tal como seremos el último día."