Cuarteto de la guerra II
Hoy os traigo el segundo volumen, dedicado a Richard Strauss.
Qué fácil es caer en el juicio rápido. Yo no habría apoyado a los nazis por nada del mundo, corremos a decir desde nuestro presente y conociendo lo ocurrido.
Strauss cuando llegan los nazis al poder ya no es joven. Él, en ese momento, valora que es mejor quedarse en Alemania. Su nuera es judía, sus nietos son judíos, su amigo Stefan Zweig, al que admira, es judío. Strauss repite una y otra vez, que él solo es músico, que no es político.
Pero claro, acaso ¿podemos escapar de la política?
Él solo quería crear belleza. Por supuesto que no estaba de acuerdo con las ideas nazis. Pero pensó que no podía hacer otra cosa por su familia y por su música que quedarse en Alemania y aceptó el cargo que le propusieron.
¿El arte por el arte? ¿El arte al servicio de la humanidad?
Preguntas para la eternidad.
"Es verdad, aparté la vista de aquello que no me gustaba y lo que en principio no fue más que escepticismo se convirtió en desolación. (...) Yo acepté formar parte de ellos, y por mucho que trate de justificarme no hay perdón para elo. Un día transiges con una cosa, al siguiente con otra, y acabas enfangado en tu propia ignominia."
¡Qué maravillas de libros! Gracias por presentárnoslos :)
ResponderEliminarMe he planteado en muchas ocasiones que siempre juzgamos el nazismo a toro pasado, sacándolo del contexto de los años treinta. De no haber sido por el Holocausto, algo de lo que no se supo demasiado hasta mucho después, no habría sido más que otro régimen autoritario como el de Franco, Musolini o Stalin.
ResponderEliminarInteresante este cuarteto de la guerra que no conocía.
Un beso.
Hola.
ResponderEliminarQué interesante. La verdd es que a veces juzgamos sin estar en la piel de otros. Si nosotros tuviésemos qu epasar por ciertas situaciones, a saber qué haríamos. Es muy fácil decir ahora que esto sí o esto no, pero hay que verse en el momento.
Muy feliz día y desde luego, beleza sí que supo crear.
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ResponderEliminarEn los campos de concentración no solo había judíos, homosexuales o personas de otras etnias y religiones, como testigos jehová, sino que también había enemigos políticos, personas que simplemente no convulgaban con el nazismo, y muchas personas terminaron bajo el yugo hitleriano por miedo a las represalias no porque estuvieran a favor de sus ideas. Es interesante leer estos testimonios
ResponderEliminarBuenos días, Esther:
ResponderEliminarYa sabes que estos libros los tengo más que apuntados y, sin duda, los leeré en algún momento. ¡Gracias por compartirlos!
Un abrazo
Great blog
ResponderEliminarMenuda encrucijada para Strauss, adoro su música, igual que la de Béla Bartók, al que escucho desde hace muchos años.
ResponderEliminarEsther, te deseo unas tranquilas navidades, mucha salud para ti y los tuyos, cuidaros.
Como se suele decir: "antes de juzgarme, ponte en mis zapatos y anda". Pues supongo que con eso se resume un poco el tema este de juzgar a personas que vivieron una experiencia e hicieron cosas que es fácil para nosotros decir que jamás caeríamos en eso, pero eso hay que vivirlo para saber realmente qué hubiésemos hecho. Nada es tan sencillo... y seguramente en muchísimos la culpabilidad y el remordimiento también tuvo que ahogar muchísimo sus vidas. Interesante lectura...
ResponderEliminarFeliz navidad y feliz año nuevo, muchísima salud para ti y todos los tuyos.
Un abrazo.
Estoy segura de haber comentado esta entrada hace ya no días sino incluso creo que alguna semana. No sé si es que no le di a publicar o si blogger hizo de las suyas. En cualquier caso el planteamiento de este libro me parece muy interesante. Juzgar a posteriori es muy fácil, pero habría que verse en el meollo de la situación con toda la complejidad de la misma. Muy interesante también la idea de ese cuarteto de libros a través de diferentes músicos.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, una cosa rara, Lorena, porque en la lista de comentarios a mi me sale tu otro comentario, pero luego en el blog no sale publicado. Una cosa rara. Un abrazo
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