Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Janusz Korczak, maestro de la humanidad. Rubén Naranjo.


 Todas sus elecciones tuvieron siempre esa dimensión oral. Había dirigido el Asilo de Huérfanos Judios por más de 30 años, cuando los nazis lo trasladaron, y marchó al gueto rechazando sistemáticamente las coberturas que le ofrecían sus amigos; era médico y hubiera podido desempeñarse en la alta sociedad polaca, pero prefirió atender a obreros y menesterosos. Fue profesor en la Universidad de Varsovia, pero dejó las aulas para dedicar todo su tiempo a los niños abandonados. En aquel día de agosto pudo haberse quedado en Varsovia, pero eligió el viaje.

"Mi vida fue difícil, pero interesante, una vida así le he pedido a Dios en mi juventud. He rezado en la profundidad de mi alma, Dios dame una vida dura, difícil, bella y elevada."

Es muy posible que su último cuento de hadas haya quedado guardado -celosamente- en las maderas del vagón que lo llevó a Treblinka y, seguramente, los niños hayan entrado a las cámaras de gas arropados con las palabras del maestro polaco. 



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