Las lecturas que se han quedado conmigo

 

Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.
 
Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad. Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo. ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede. 
Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él.
Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya. 
Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento. 
Con Los silencios de la libertad de Guillermo Altares me quedó claro que siempre se puede elegir qué camino quieres seguir. Y si no que se lo digan a Faciolince, que nos ha escrito un libro sobre su padre, un hombre que ante la verdad nunca guardó silencio. Y por ello lo mataron.
Imre Kertész en Sin destino tiene la valentía de no sentirse sólo una víctima inocente de su destino. 
 
Después de leer Cuando los ángeles hagan sonar las trompetas no puedo ver un atardecer anaranjado tranquila, menos mal que las trompetas no las oigo. Espero que cuando llegue el momento no me pillen despistada haciendo cosas urgentes no importantes. Como nos dice Kallifatides "me perdí la estrella fugaz porque tenía que atarme los cordones". 
No sé si en realidad quiero encontrar Shangri-La, como los protagonistas de Horizontes perdidos me entran dudas. No sé si quiero estar lejos de casa. Igual para Steinbeck su Shangri-La fue su viaje con su perrito Charlie por Estados Unidos. Quizá Shangri-La es sólo el lugar que es hogar para nosotros. Quizá no haga falta irse muy lejos. O quizá se encuentre al final de la vida, como les pasa a los protagonista de El amor en los tiempos del cólera.

Y tomo las palabras de uno de los protagonistas de Sinsonte: "Al margen de lo que vaya a ser de mí, doy gracias a Dios por poder leer, por haber entrado en contacto con la mente de otras personas."

Comentarios

  1. Estando en tu lista el amor en los tiempos de colera, casi todo lo demas queda pequeño.
    Feliz año.

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  2. Desde luego, los cinco libros de tu lista que he leído, Nada se opone a la noche, El olvido que seremos, El amor en los tiempos del cólera y Madres e hijos, también podrían figurar entre mis mejores lecturas de cualquier momento. Horizontes perdidos la leí hace tanto tiempo, que apenas la recuerdo. Magnífica selección y magníficas lecturas.
    Un beso.

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  3. Una frase estupenda para cerrar la entrada, Esther. Yo también me quedé con ella cuando leí Sinsonte.
    Has tenido un año lector espectacular. Espero que 2024 sea igual de bueno para ti y no solo en cuanto a lecturas.
    Un abrazo

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  4. Lecturas muy atrayentes, y lo que dices sobre ellas más aún. Ya te lo dije por instagram, pero me alegra ver que por aquí también dejaste reporte... ;) Me gusta leerte por aquí. Coincidimos con Horizontes perdidos, y de las demás, muchas en anotadas, y le tengo especial gana a Sinsonte (Lorena, aquí presente en comentarios, me dejó con unas ganas tremendas de leerla, sé que no me dejará indiferente).
    Un besazo, Esther.

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  5. Adoro "El amor en los tiempos del cólera", aunque todo lo que nos traes me parece estupendo.
    Muy feliz día.

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