Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje. Miguel Griot

"El camino que he recorrido es sólo el mío, pero la dirección en la que voy para que los demás y yo seamos libres también puede ser la que sigas tú."

"Soy intermediario entre los dueños de los talleres de alfombras y las tiendas que las venden en Occidente. Llevo tres años trabajando en este negocio. Puedo asegurarte que es el mejor para los que quieren ganar mucho dinero en poco tiempo. Cualquiera puede hacerlo. Sólo hacen falta dos requisitos. El primero es tener buenos contactos. Hay que conocer a la gente adecuada. En Lahore me reúno con los dueños de los telares. Acordamos el número de pedidos y los plazos de entrega. Cualquier incumplimiento supone la anulación del contrato. Mis clientes de Occidente son muy inflexibles. Cuando quieren algo, lo quieren ya. No les gusta esperar. En cambio, saben ser agradecidos. Pagan mucho y rápido. Aunque bien es cierto que pueden permitírselo. Venden las alfombras por un precio muy alejado del que abonan por ellas. Sobre el otro requisito, no voy a entrar en detalles. Simplemente diré que se trata de no hacer preguntas. Preguntas del estilo: ¿por qué salen tan baratas estas alfombras?"

"...Lo que a nosotros nos ponía malos y estaba haciendo tanto daño iba a ser utilizado para curar enfermedades y mantener sanos a otros. No había que ir a la escuela para saber que eso no tenía ningún sentido. ¿Acaso no somos iguales que ellos? Sus labios podrían darnos un beso. Su pelo crece en las mismas partes que el nuestro. Su risa y su llando no se diferencian del nuestro. Lo que nos separa son sólo cifras, ceros y un lugar de nacimiento."

Comentarios

  1. Estamos ciegos... por desgracia, seguimos sin hacernos ese tipo de preguntas... Vivimos en la ignorancia porque se está muy cómodo en ella. Esta lectura retrata muy bien la realidad. Gracias por compartirla. Un besin ;-)

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