Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

El viento en los sauces, Kenneth Grahame.

 Hoy os traigo un clásico de la literatura infantil, que yo he conocido en estos momentos en los que mi propia infancia queda algo lejos.

Siempre que vemos animales que hablan pensamos que será una historia para niños, pero en realidad es un cuento lleno de amor a la vida, a la amistad, y que estoy segura que se puede leer a cualquier edad. Igual es uno de esos libros escritos para niños pero que se entienden mejor de adultos.

Es un libro que nos cuenta la historia de varios animales que viven en la orilla de un río, con sus aventuras y desventuras con sus vecinos del bosque salvaje. Sentimos el paso del tiempo, el cambio de estaciones, la nostalgia por lo pasado y el nervio por lo que puede traer el futuro. Pero todo ello de la mano de los amigos que no nos abandonan a pesar de los errores que podamos cometer, a pesar de nuestras ganas de conocer otros mundos... Un libro como la vida misma. Cambia, todo cambia y sólo el amor permanece.
 

Comentarios

  1. Me parece muy bonito, e interesante para regalarle a mi prima.

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    1. Si encuentras además una edición ilustrada mejor todavía. Un beso

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  2. Te vi esta edición tan preciosa por insta y me llamó la atención, lo tengo apuntado a ver si lo consigo encontrar. Como dices, hay libros infantiles que se entienden mucho mejor cuando se es adulto o mejor dicho, que ofrecen distintas cosas dependiendo de la edad que tengas, a mí me resultan muy especiales. Nada más bonito y mágico que disfrutar de este tipo de cuentos infantiles con mensajes en su fondo...

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    1. igual lo encuentras en iberlibro, es una edición de hace bastantes años. Gracias por pasarte

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    2. ¿Sabes? Acabo de ver esta entrada antigua en el lateral de tu página inicial (no sé por qué me ha salido esta), la cuestión es que busqué este libro tras dejarte ese comentario. Sí, lo busqué y me hice con una edición muy bonita, de Valdemar, ilustrada. Preciosa. La compré y recuerdo que me dije: lo leo cuando termine x libro (no sé con cuál estaba en ese momento). Pues ahí sigue, en la estantería, sin leer; me parece fuerte el asunto. Hay tantos libros que vamos acumulando, que queremos leer... (bueno, al menos hablo por mí; leo mucho pero también me hago de muchos libros que se van metiendo en el saco de "para leer", con muchas ganas todos eh? intento seleccionar además libros que sé que querré leer independientemente de cuándo, que no son de esos que pasan de moda...). El viento en los sauces es todo un clásico, que debería de haber leído ya, no solo por ser un clásico muy querido, sino porque realmente quería leerlo cuando te leí y conseguí hacerme con un ejemplar. Lo acabo de sacar de la estantería, lo empezaré para que no vuelva a quedar ahí... (me ha sorprendido ver la fecha de la entrada, en agosto de 2019, han pasado ya unos pocos años.........). Nada, te he dejado este tochaco sin mucho sentido pero quería decírtelo, jejeje. Empezaré El viento en los sauces hoy mismo.
      Un abrazo, Esther.

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