Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Penúltima parada, Irlanda

Estamos a punto de finalizar este viaje que tanto estoy disfrutando gracias al reto de Mar, de Lecturas de Undine, el año que viene ya veremos en qué planes me meto. El caso es que hemos llegado a Irlanda. 

Para esta parada me he decantado por dos autores, Oscar Wilde y un autor totalmente desconocido para mí, Seumas O´Kelly. 

De Oscar Wilde, qué deciros, rebusque en casa y encontré esta edición un poco vieja, pero con varias obras de teatro, yo creo que de las más conocidas, y me he reído un montón con alguna de ellas. La importancia de llamarse Ernesto y El abanico de Lady Windermere las que más he disfrutado. 

Volveré a Wilde. Esta es la escultura que hay de él en un parque de Dublín. Todo un dandi. Esta foto la hice sí, en el 2007. La de años que han pasado. 

El otro libro que me he leído en esta parada es La tumba del tejedor, un relato breve. Nos encontramos con dos ancianos y la reciente viuda del tejedor. ¿Dónde hay que enterrarle? Nadie lo sabe. 

La tumba del tejedor es una historia breve, entretenida, donde se habla del paso del tiempo, la memoria... 

Buscando las lecturas para esta parada me encontré esto en casa:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Son entregas de 1909 de libros de Mayne Reid, cuando los libros se vendían por entregas. Una verdadera joya. No me preguntéis por qué están en casa porque no lo sé. Así son las cosas cuando hay varios miembros de la familia que son de los que no tiran nunca nada. Esto tiene sus cosas buenas y también malas, sí. 

Vi que Mar había reseñado un libro de este autor irlandés pero como leo mucho en el autobus no me veía llevando esto en el bolso, así que lo he dejado para momentos en los que pase más tiempo en casa. 

Y con esto nos despedimos de Irlanda y nos vamos a Londres donde acabará este viaje.

Comentarios

  1. Buenas tardes, Esther.
    Qué completa es tu etapa irlandes. Has dado un buen repaso a su autores. Las dos obras de Wilde que comentas son una maravilla, pero yo no soy objetiva con él, me encanta como escritor y dramaturgo.
    Por otro lado, qué divertido lo de Mayne Reid, encontrar estos tesoros debió ser toda una sorpresa. A mí me gustó leerlo el pasado año, aunque debo decir que me gustan más otros autores irlandeses.

    Un abrazo, nos vemos en Londres para celebrar la Navidad!!

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  2. Ay lo que me gusta a mí Oscar Wilde.
    Vaya joyitas, nosotros tampoco tiramos nada, y luego uno se lleva estas sorpresas.
    Feliz tarde.

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  3. Pues qué maravilla de sorpresa te has encontrado rebuscando lecturas por casa, Esther.
    Me alegra saber que has disfrutado de tu viaje literario por Irlanda. Londres será un destino estupendo para despedir el año. Ya nos contarás.
    Un abrazo

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  4. Qué gracia, los tesorillos que tienes en casa y no sabes bien por qué ni cómo han llegado jaja Sí que tiene sus cosas buenas el tener alrededor a quienes no tiran nada (y como bien señalas, también malas, jaja, pero en esta ocasión sales ganando con creces). En cuanto a las lecturas, todas atrayentes, ya te dije en instagram que le tengo especial gana a la de La tumba del tejedor, la tengo anotada desde hace mucho (y lo vi en alguna reseña en un blog que ahora mismo no sé de quién, pero recuerdo que me llamó muchísimo la atención). En cuanto a Wilde, me divertí mucho con La importancia de llamarse Ernesto (mucho más de lo que esperaba, también vi la adaptación al cine más actual y me gustó), me anoto la de El abanico de Lady Windermere.
    Un viaje literario buenísimo...
    Un abrazo.

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