Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda bastante claro que me encanta leer vidas de otros. Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede. Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya. Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento. Con Los silencios de la libertad
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Hola, Esther! Felicidades por la lectura realizada! Qué mundo apocalíptico el que nos pinta Yevgueni Ivánovich Zamiatin, de terror. Gracias por compartir el podcast también. Saludos cordiales
ResponderEliminarNo soy muy de distopías aunque las he leído muy buenas, pero escrita en 1920, en la URSS... parece toda una metáfora. Me la apunto.
ResponderEliminarUn beso.
Te digo un poco como Rosa: un ruso escribiendo una distopía en 1920 (y con todo lo que estaba aún por venir) sobre un mundo llamado Estado Único...., se me hace casi irresistible.
ResponderEliminarUn abrazo