La belleza no hace ruido.

Este fin de semana he tenido la suerte de poder acudir al primer Congreso sobre el perdón y la reconciliación en España, organizado por la Campaña Noviolencia2018.  Sí, un congreso sobre el perdón; sí, sobre la reconciliación. Sí, sé que nuestra sociedad moderna, en su gran mayoría, sólo contempla la violencia como solución; y sin embargo, el perdón y la reconciliación están abriendo caminos desde siempre y lo siguen haciendo en estos momentos. 

Testimonios como el de Jeny Castañeda que perdonó al asesino de su madre y juntos ahora están construyendo la paz en Colombia.
La asociación Hebras de paz viva que esta recopilando hechos de perdón y reconciliación en España durante la guerra civil, un trabajo lleno de amor que organizan desde diversos institutos y colegios, donde los nietos son los encargados de rescatar esas historias de sus abuelos. Historias de amor y no de rencor.
Los Encuentros restaurativos que se han llevado a cabo entre víctimas de ETA y exmiembros de ETA, en los que algunas de las víctimas dijeron que sí buscando la paz. La palabra restaurativa, una palabra hermosa, porque nos habla de una segunda oportunidad. No pasemos por alto que la víctima es la que al perdonar al culpable le esta devolviendo su dignidad como persona.

"El perdón no cambia el pasado pero engradece tu futuro."
 
La historia de Armel, inmigrante camerunés, salvado por unos tuareg en el desierto se da cuenta que la vida solo tiene sentido desde el amor. La historia de Ascen, una mujer entregada a mejorar su barrio, que desde el amor a los demás acogió en su casa al asesino de su hija. 
El perdón es el mayor regalo que nos pueden dar y que podemos dar. Juan Manuel Cotelo y su equipo han realizado una película que recoge diversos testimonios perdón, y que si queremos podemos ver dentro de poco en nuestros cines. 





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