Las lecturas que se han quedado conmigo

  Viendo la imagen final de los libros que he seleccionado como mis mejoras lecturas, queda  bastante claro que me encanta leer vidas de otros.   Disfruté muchísimo con ese canto de amistad que es el libro de Cristina Peri Rossi a su gran amigo Cortázar. Descubrí a Alessandro D´Avenia con El arte de la fragilidad . Saberse frágiles y aceptarlo es una de las enseñanzas de la vida. Me gusta descubrir a testigos de la vida. Y un testigo ha sido Philippe Lançon con El colgajo . ¿Cómo se puede sentir gratitud después de haber sufrido un atentado? Pues se puede.  Igual de Delphine de Vigan siente un amor tan profundo hacia su madre, a pesar de la infancia que la hizo pasar. Sanmao también nos cuenta el pozo oscuro en el que cayó después de la muerte de su marido. No consiguió salir de él. Leer la vida de los demás te hace poner en perspectiva la tuya.  Leer a Ayestarán y su Jerusalén, santa y cautiva, te hace conocer una ciudad testigo de tanto sufrimiento.  Con Los silencios de la libertad

Atlas descrito por el cielo, Goran Petrovic

"Después de quedarnos observando a Drágor maravillados una media hora, emprendimos la preparación del plan general de la fe, según el cual, entre otras cosas, ni las más fuerte tormenta podría hacerle daño a nuestra casa sin techo."

"La imaginada, aunque no inexistente, superficie que pasa a través de cada hombre divide su persona en el lado umbrío y el lado luminoso. 
El lado umbrío de la persona es el que no tiene sol y está escondido de los vientos que barren la oscuridad y la niebla, donde crecen el musgo, los hongos y el moho. En ese lado la humedad abunnda a tal grado que a veces penetra hasta los ojos en forma de lágrimas. Allí habitan el pasado, la desesperación, la melancolía y la tristeza. 
Todo lo contrario a éste, el lado luminoso es que aquel donde la primavera llega antes. En general, este lado del ser humano se adelanta en el futuro por lo menos por una sonrisa antes que su propio dueño. Por ese lado viajan los vientos agradables y está soleado y habitado por la salud, la preocupación y la abundancia. 
Aunque en el inicio de la vida dichos lados humanos son de un tamaño bastante parecido, con el tiempo uno de los lados se expande a costa del otro. Si uno de ellos no se frecuenta, o se visita raras veces puede menguarse, encogerse, incluso desaparecer por completo. A una persona no instruida hasta un conocedor superficial de la anatomía podría aconsejarle en qué dirección hay que hacer los desplazamientos de la persona."

Comentarios

  1. Leí tu extracto y lo fui a buscar; así de simple. Gracias por presentarlo. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya me dirás que te parece. Es un libro extraño. A mi me recordó mucho a Cortázar y sus cronopios.

      Eliminar

Publicar un comentario